Avenidas claves de Providencia tendrán un carril menos por instalación de ciclovías

Proyectos contemplan demarcaciones en seis kilómetros de Eliodoro Yáñez y Andrés Bello, con exclusividad para ciclistas. Las rutas incluyen separadores y semáforos que,según los expertos, hacen más seguros los recorridos.

Luego del estallido social, los viajes en bicicleta aumentaron exponencialmente en Santiago, debido a los cierres de estaciones de Metro y una menor oferta de buses del Transantiago.

En Providencia, donde se ha registrado un alto uso de este medio de transporte desde la crisis, ayer la municipalidad inició la demarcación para una nueva ciclopista en Eliodoro Yáñez, que tendrá tres kilómetros de extensión y será de tipo unidireccional (oriente-poniente) (ver infografía).

Los expertos señalan que este tipo de obras se justifican, pues, por ejemplo, la ciclovía de Lyon-Eliodoro Yáñez registró un 100% más de bicicletas circulando durante la hora punta de la mañana (pasaron de 450 a 896 personas), según un análisis hecho por el arquitecto y concejal Tomás Echiburú, en noviembre pasado. “Se instalarán semáforos para los ciclistas, ya se comenzó a pintar y habrá separadores. Se espera que las obras estén listas el 15 de febrero”, explica Evelyn Matthei, alcaldesa de la comuna.

Además, el municipio comenzará a emplazar en julio otro proyecto similar en Andrés Bello, entre el sector del mall Costanera Center y Pío Nono, en una extensión de 3,5 kilómetros. Esta ciclopista será de tipo bidireccional.

Sobre el impacto de las iniciativas, que costarán $ 300 millones para la comuna, la alcaldesa indica que hoy, en la práctica, solamente tienen derechos los automovilistas, pero tenemos que darles cada vez más espacio a los ciclistas, a personas en scooters y al transporte público”.

Espacios

Alberto Escobar, gerente de estudios del Automóvil Club, sostiene que esta infraestructura es útil “para calmar el tráfico, con el fin de que los vehículos transiten, realmente, a 50 kilómetros por hora. No debería aumentar la congestión en las calles, sino que los flujos se adaptarán”, lo que se apreció -dice Escobar- en los meses posteriores al estallido, donde los automovilistas convivieron con más pedaleros.

“Este es un acto de justicia urbana para los ciclistas”, advierte Ariel López, investigador del Núcleo de Movilidades y Territorios, pues precisa que, en especial, la Av . Andrés Bello hoy posee siete pistas destinadas a automóviles. “Además, los peatones no tienen veredas en esa avenida, algo que es completamente ilegal”.

El experto añade que esa arteria, junto a otras aledañas, como Costanera Norte, Los Conquistadores y Santa María, suman un total de 24 pistas para vehículos. “Históricamente se ha restado espacio a otros modos de transporte”, dice López.

Tomás Echiburú, concejal de Providencia, aclara que es positivo que se hayan impulsado estos proyectos, pero advierte que se deberían privilegiar las ciclopistas bidireccionales: “También se requieren opciones para que los ciclistas se desplacen en el sentido poniente-oriente, como es el caso de Carlos Antúnez”.

¿Son seguras las ciclopistas? La ministra de Transportes, Gloria Hutt, aclara que son una solución eficiente para las comunas, mientras no se construya una inversión definitiva: “Permiten que haya un lugar especial en las calzadas para los ciclistas, separados de los vehículos”, estándar que también está definido en una guía lanzada por la cartera este mes con modalidades de demarcación.

Sandra Aguilera, coordinadora del colectivo Muévete, agrega que este tipo de infraestructura es segura, en el caso de que “haya semáforos para las bicicletas y de que se instalen separadores, los que, en general, son respetados por los automovilistas”.


Fuente: https://www.latercera.com/

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